Nació en Santa Fe, el 18 de mayo de 1806. Sus padres fueron el cirujano Manuel Rodríguez y Sarmiento y doña Francisca del Freno. Como militar, presó servicios en la frontera norte de su provincia y participó de la campaña contra el Imperio del Brasil. El 2 de diciembre de 1830, combatió en una batalla, en las costas, cerca de Nogoyá. Cuatro días más tarde, resultó gravemente herido en Puntas del Obispo. En 1831, fue ascendido a capitán. En el mes de mayo de ese mismo año, al mando de veinticinco hombres tomó prisionero al general Paz y lo llevó detenido hasta la ciudad de Santa Fe. En las memorias de José María Paz, recuerda el buen trato que recibió durante aquel trayecto durante su detención. Fue uno de los que se opuso a la revolución que llevó a cabo Juan Pablo López, que terminó con el derrocamiento del gobernador santafecino Domingo Cullen. El 2 de octubre de 1838, fue vencido en la batalla del El Tala, en las cercanías de Coronda, Santa Fe. Junto al comandante Nicasio Oroño se incorporó al Ejército Libertador que comandaba el general Juan Lavalle, de quien luego fue secretario. Participó en los combates de Don Cristobal (en las cercanías de la ciudad de Paraná, el 10 de abril de 1840) y de Sauce Grande (16 de junio de 1840). Cuando el general Lavalle retrocedió con su ejército hacia el norte, Rodríguez del Fresno exhumó los restos mortales del gobernador Domingo Cullen, quien había sido fusilado y enterrado en las cercanías de la posta de Vergara. Finalmente, el cadáver de Cullen fue llevado hasta el templo de Santo Domingo, en donde fue depositado. En Septiembre de 1840, la ciudad de Santa Fe fue tomada por asalto por orden de Lavalle. El 30 de ese mes fue nombrado gobernador provisional y dejó el cargo el 16 de noviembre del mes siguiente, fecha en la que el general y sus seguidores abandonaron la ciudad. Formó parte del reducido grupo de compañeros quienes descarnaron el cadáver de Lavalle y pusieron su corazón y otras vísceras en una urna de adobe, porque quisieron salvarlo del ultraje. Junto a sus compañeros de armas, cruzó a Bolivia a caballo y puso a salvo a los restos mortales de su líder. En dicho país permaneció exiliado. Luego de la batalla de Caseros, regresó a nuestro país, previa permanencia en Chile. El Gobierno de la Confederación le reconoció su cargo de coronel y pasó a revistar en el Estado Mayor de Plaza, cargo que ocupó hasta 1861. Entre 1859 y 1861, ocupó una banca en el Congreso Nacional. En 1863, fue nombrado administrador de correos de Santa Fe, municipal de la capital provincial y juez suplente de la Excelentísima Cámara. Un año más tarde, fue comisionado por el general Conesa para que organice una línea de fortines en el norte santafecino, fundando los cantones de San Javier y San Pedro. Falleció el 11 de agosto de 1874, víctima de la fiebre tifus. Contrajo enlace con doña josefina Gurruchaga y Silva.