Osvaldo Magnasco nace en Gualeguaychú, Entre Ríos, el 4 de junio de 1864. Cursa sus estudios de bachiller en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Ingresa a la Facultad de Derecho de Buenos Aires, haciendo sus prácticas como profesor de Derecho Internacional de la Escuela Militar. Escribe tres libros antes de presentar su tesis de doctorado, los cuales le merecen muy buena crítica: "La filosofía y su carácter científico" (1882) "La utilidad como fundamento de la rama penal" (1883) y "Lecciones de Derecho Constitucional" (1886). Un año después presenta su tesis sobre “El Sistema de Derecho Penal”, logrando el premio Florencio Varela. Hizo conocer la obra de César Lombroso a través de una crítica expresa que el propio autor le reconoció. Fiel defensor de sus ideas políticas, primero seguidor de Juárez Celman, luego de Carlos Pellegrini, presenta álgidas batallas en el Parlamento cuando en 1891, integra la Comisión de los Ferrocarriles y hace una defensa expresa de adjudicar la administración de los mismos al gobierno argentino. En 1893, se enfrenta a Aristóbulo del Valle en un debate muy significativo para la época, ya que en medio del surgimiento de la Unión Cívica Radical, Magnasco defiende la no intervención de la provincia de Buenos Aires, disparador que da curso a la Revolución proyectada por Yrigoyen. Toda su actuación como legislador se refiere a las reformas de Código de Comercio y Penal, la ley de bancarrota y a la administración de los ferrocarriles. Formado en lo que se denomina la alta cultura de élite, traduce algunas cobras clásicas como "La Divina Comedia" de Dante Alighieri y las "Odas" de Horacio. Escribe sobre derecho internacional, y en 1895 publica "Los Códigos Militares"; "La Cuestión del Norte"; "Debate sobre la Puna de Atacama con la República de Chile", obra que posteriormente se denominó "El Alegato Chileno". Dicta clases de Derecho Romano en la Universidad de Buenos Aires. En 1898, Roca lo designa Ministro de Justicia e Instrucción Pública, dedicándose de lleno a proporcionar cambios importantes en educación, sobre todo en el nivel secundario. El proyecto de reforma educativa tiene dos vertientes, por un lado reemplazar escuelas normales por escuelas técnicas, y por otro, que las escuelas sean de dominio provincial. El debate con Alejandro Carbó es álgido, y aunque su oratoria fue elocuente, dicho proyecto no es aprobado. Luego de este acontecimiento se retira de la política y se dedica exclusivamente a temas jurídicos y a escribir. Es importante decir que Magnasco organizó la justicia militar y fue fundador de los Concejos de Guerra y del Tribunal Supremo. Muere en Buenos Aires, el 4 de mayo de 1920. Sus restos junto a los de su esposa Concepción Aguilar se encuentran en un mausoleo de Gualeguaychú.