José Camilo Paz nace en Buenos Aires, el 2 de octubre de 1942. Comienza sus estudios en Buenos Aires, pero debe trasladarse junto a su familia a Rosario por el estallido de los enfrentamientos entre Buenos Aires y la Confederación. En julio de 1859 la escuadra de Buenos Aires, comandada por el almirante Murature, intenta abrir paso por el río Paraná, en la llamada “Sublevación del Pinto”. Allí, José C. Paz se dirige a las baterías sobre el río y se expresa a favor de la causa unitaria, recibiendo como respuesta de los soldados federales varios disparos que logra evitar tirándose al río y nadando hacia la única nave porteña que escapa del enfrentamiento La Cañonera Buenos Aires, de esta manera regresa a dicha ciudad con sólo 16 años. De regreso en su ciudad natal, se incorpora al ejército porteño y participa de la Batalla de Pavón bajo las órdenes de Bartolomé Mitre, sumándose luego al Partido Autonomista liderado por Adolfo Alsina. Inicia sus estudios en Derecho en la Universidad de Buenos Aires, pero debe abandonarlos en 1865 por el estallido de la Guerra del Paraguay, fundando ese mismo año la Sociedad Patriótica de los Inválidos y luego, en 1967, el Hospicio de los Inválidos, instituciones que se dedicarán a recibir en el puerto de Buenos Aires a los heridos de guerra. El 18 de octubre de 1869 funda el diario "La Prensa", que llega a ser uno de los periódicos más destacados del país y de América, en cuya primera editorial enuncia sus bases: "La independencia, el respeto al hombre privado, el ataque razonado al hombre público y no a la personalidad individual formarán nuestro credo. Verdad, libertad: he ahí nuestro punto de partida. Libertad, progreso y civilización, he ahí el único fin que perseguimos". En 1874, Paz defiende la causa del Partido Liberal, constituyendo el último de los intentos de ese partido de imponerse en el gobierno. Motivo por el que debe exiliarse en Montevideo, donde finaliza sus estudios en Derecho, regresando al país, en 1879. En ese mismo año, es electo diputado nacional por Capital Federal, y en 1880 renuncia a su banca para ser representante diplomático en Madrid, cumpliendo esa función hasta 1885. Desde ese lugar logra resolver problemas sobre la nacionalidad de los hijos de españoles nacidos en la Argentina y negociaciones sobre la adquisición de material bélico para el país. En su labor como legislador se destaca la presentación de un proyecto de red ferroviario y la participación de debates sobre impuestos a la importación. Luego es designado embajador de Argentina en París y allí escribe su libro "El hombre y el ciudadano" basado en un estudio sobre las instituciones. De regreso en la Argentina, toma la dirección del diario "La Prensa" hasta el año 1900, momento en que viaja nuevamente a Europa y vive allí hasta su fallecimiento el 10 de marzo de 1912. Existen dos versiones respecto al lugar de su muerte, la primera indica que se produce en Boulogne Sur-Mer, Francia (Cutolo, 1968); la segunda, en Montecarlo, Mónaco.