Operación Masacre

Por: Mateo Ramos Volk
14 de Octubre de 2015

La particularidad del trabajo de digitalización del Archivo Parlamentario obliga a una manipulación puntual de cada documento. Es así que por las manos de nuestro equipo van pasando uno a uno todos los expedientes del archivo. La labor de procesamiento digital incluye, a la par del escaneo, el fichaje y clasificación, lo que obliga a la lectura de la carátula y parte del contenido de cada expediente. De esta manera son descubiertas pequeñas joyas. Curiosidades olvidadas que guarda este maravilloso reservorio documental.  

Una de estas pequeñas maravillas fue descubierta recientemente por una compañera mientas realizaba la carga de datos en la computadora. Se trata de un expediente[1] iniciado en 1964 por el Diputado Nacional Juan Carlos Cornejo Linares -dirigido a las Comisiones de Peticiones, Poderes y Reglamentos, y a la de Asuntos Constitucionales- con una solicitud para que sean indemnizados y rehabilitados en su buen nombre y honor las víctimas de los fusilamientos del basural de José León Suarez, ocurridos en el año 1956.

Esta  sola mención bastaría para hacer de este expediente un hecho de interés que nos invita a detenernos y leerlo. El mismo Cornejo Linares fue una personalidad plagada de contrastes: en su juventud militante de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la joven Argentina), luego un fervoroso defensor del Peronismo, varias veces preso por tal razón. Un hombre de ideas nacionalistas a quien en la década del 70 se lo encontrará cerca de Raúl Lastiri y López Rega pero que -como vemos aquí- una década antes juntaba su nombre al de figuras que luego integrarán el llamado Peronismo Revolucionario.

El personaje y el valor documental del hecho tratado convierten a éste en un documento destacado. Pero por si esto fuera insuficiente, cabe agregar  que el expediente es acompañado por un ejemplar del libro  “Operación Masacre” firmado y dedicado por su autor.

Rodolfo Walsh, dedica a Cornejo Linares su libro que es, a su vez, la investigación de los hechos ocurridos en aquella fatídica jornada. En sus palabras, el escritor y militante asesinado durante la última dictadura cívico-militar le expresaba al Diputado:

“Al Dr. Juan C. Cornejo Linares, en la esperanza de que él consiga lo que yo no he podido conseguir; la rehabilitación definitiva de las víctimas de este episodio. Cordialmente, Walsh. Mayo de 1964”.

Unos años más tarde, en otro de sus libros Walsh, se referiría a aquella época:

“Hace años, al tratar casos similares, confié en que algún género de sanción caería sobre los culpables: que el coronel Fernández Suárez sería castigado, que el general Quaranta sería castigado. Era una ingenuidad en la que hoy no incurriré. Sinceramente no espero que el asesino de Zalazar vaya a la cárcel; que el asesino de Blajaquis declare ante el juez; que el matador de Rosendo García sea siquiera molestado por la divulgación de estos hechos.” (…) “Esta denuncia ha transcurrido en el mismo silencio en que transcurrió “Operación Masacre”. No es la única semejanza. Tanto en un caso como en otro se asesinó cobardemente a trabajadores desarmados como Rodríguez, Carranza y Garibotti, como Blajaquis y Zalazar. En mayor o menor grado estos hombres representaban una vanguardia obrera y revolucionaria […][2].

Los visitantes podrán encontrar en este breve documento un ejemplo del complejo proceso político vivido por los argentinos en aquellos convulsionados años 60. 


[1] Expediente N° 220-D-1964.

[2] Walsh, Rodolfo; “¿Quién Mató a Rosendo?”. Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1994.  

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