Lucas González nace en la ciudad de Mendoza, el 1° de abril de 1829. Hijo de José Benito González y de Rita Pintos. Luego de realizar sus estudios primarios, viaja a Buenos Aires, para luego continuar sus estudios en Europa, recibiéndose de abogado en Madrid, 1851. Recorre Francia e Italia. De regreso en el país, es elegido para ocupar una banca de diputado en el Congreso de Paraná. En 1859, es designado administrador de la aduana de Rosario, puerto que el gobierno de la Confederación pretende disputarle parte de la renta aduanera a Buenos Aires. En 1861 se produce un fuerte terremoto en la provincia de Mendoza, González es enviado para facilitar auxilios materiales siendo presidente de una comisión médica. Regresa a Rosario y renuncia a su cargo. Hacia 1862, es un hombre muy cercano al presidente Mitre y se incorpora al “Club de la Libertad”. Designado como candidato a senador por Santa Fe junto a José María Cullen, logra una banca en dicha Cámara, el 25 de mayo de 1862. Promotor de la creación de una biblioteca del Congreso. Durante la presidencia de Mitre, ocupa por un breve periodo, la cartera de hacienda. Administra los recursos del Estado en un momento en que los gastos guerra demandan gran parte del presupuesto. A principios de la década de 1870 es apoderado de la firma inglesa Murrieta y Cia., la cual realiza importantes negocios con el Estado argentino, entre los que se destaca la colocación de empréstitos y la compra de tierras para instalar colonias de inmigrantes en la provincia de Santa Fe. De esta empresa surge luego la tristemente célebre “La Forestal Argentina”, compañía que recibe la concesión de grandes cantidades de tierras en el norte de la provincia, para la explotación del quebracho colorado. González también gestiona la concesión de ramales del ferrocarril a las colonias proyectadas y a la región norte del país. Durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, vuelve a ocupar el Ministerio de Hacienda, reforzando los vínculos con las empresas inglesas que realizan sustanciosos negociados en el país. Hacia el final de este periodo es nombrado Ministro de Relaciones Exteriores. Al final de su vida viaja a Europa, para encontrar un tratamiento adecuado a sus problemas de salud. Muere en la ciudad de Nápoles, Italia, en 1908.