Onésimo Leguizamón nace en la localidad de Gualeguay, provincia de Entre Ríos, el 15 de febrero de 1839. Su padre, Martiniano Leguizamón fue un guerrero de las luchas de la independencia y su madre, Paula Rodríguez, pertenecía a una de las familias más tradicionales de la provincia de Entre Ríos. Recibe su educación primaria en la escuela de Gualeguay y, gracias a sus buenas calificaciones es enviado al colegio de Concepción del Uruguay para continuar sus estudios secundarios. Hacia Fines de la década de 1850 viaja a Europa por dos años, acompañando a la misión oficial enviada a la Santa Sede por el gobierno del Gral. Urquiza. Durante este viaje adquiere gran conocimiento de la cultura Europea. De regreso en el país realiza la carrera de jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires, titulándose en dicha disciplina en 1862. De regreso en su provincia natal se desempeña como Subsecretario de Estado hasta 1864, ocupando interinamente el Ministerio de Gobierno. Entre 1864 y 1868 es legislador provincial. Conjuntamente con su tarea legislativa se dedica a la docencia dictando la cátedra de Filosofía en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. Al estallar la revolución jordanista, que da fin a la vida del Gral. Urquiza y provoca la intervención de dicha provincia por el gobierno nacional, Onésimo Leguizamón viaja a la ciudad de Buenos Aires. En esta ciudad se destaca como un afilado periodista, siendo redactor del diario la “La Prensa”. Continúa la docencia, dictando la cátedra de Derecho Internacional en la Universidad de Buenos Aires. En 1873 es electo diputado nacional por su provincia. Desempeña este cargo hasta que es llamado por el presidente Nicolás Avellaneda, para ocupar el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública. Desarrolla una gestión muy activa, llevando a cabo numeroso adelantos en asuntos de Justicia y principalmente en la elaboración de un sistema educativo acorde a las necesidades que el incipiente estado nacional iba demandando. Creándose escuelas normales de mujeres, reformulando los planes de estudio de los colegios nacionales y reglamentando las escuelas de agronomía. Es importante destacar que mantiene buenas relaciones con la Iglesia Católica. En 1877 cesa en sus funciones como Ministro del Poder Ejecutivo y es nombrado miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuerpo que preside durante varios años. Hacia los inicios de la década de 1880 continua con su labor en el ámbito educativo, siendo nuevamente diputado nacional desde 1882, y como un hombre conocedor de las problemáticas que se debían resolver en este campo, es uno de los principales promotores de la Ley 1420, mas conocida como Ley de Educación Común, sancionada en 1884. Esta ley establecía que la educación debía ser laica, gratuita y obligatoria en todo el territorio federal. Esta ley y otras medidas secularizadoras de la sociedad estaban dirigidas a fortalecer la figura del Estado Nacional, frente a las tendencias autonomistas y a la Iglesia. Onésimo Leguizamón, como hombre muy culto, integra diversos institutos y academias de ciencias de nuestro país. En 1886, es propuesto como candidato a gobernador de Entre Ríos. Dicha iniciativa no pudo prosperar debido a su fallecimiento, el 20 de agosto de ese mismo año.