Emilio Castro nace en Buenos Aires, el 21 de diciembre de 1821. Se educa en Inglaterra. De regreso en Buenos Aires se une a las fuerzas de Lavalle contra Rosas entre 1840 y 1842. Instalado en Buenos Aires se incorpora a las Guardias Nacionales como capitán en la revolución del 11 de septiembre contra el general Urquiza. Es electo diputado y senador provincial, integra la primera legislatura organizada tras la caída de Rosas. Desempeña el cargo de gobernador provisional y dos veces presidente del senado. En 1857 le asignan el cargo de Jefe de Policía, y también es electo vicepresidente segundo de la legislatura de la provincia. Forma parte de la campaña de Cepeda, en defensa de Buenos Aires hasta que se ajusta el pacto del 11 de noviembre de 1859. Como Jefe de policía logra sofocar una sublevación de presos de la cárcel pública. Posteriormente integra la Convención del Estado de Buenos Aires y la nacional en 1860. Forma parte del grupo de diputados de Buenos Aires que no es admitido en el Congreso de la Confederación que sesiona en Paraná. Recuperada la banca, como diputado, en sesión ordinaria del 16 de octubre de 1862, Castro solicita licencia para continuar al mando de las Guardias Nacionales, para sumarse a la campaña que termina en la batalla de Pavón. Entre otros servicios públicos podemos mencionar: presidente del directorio del Ferrocarril del Oeste en diversos períodos; presta servicios para combatir la epidemia de cólera; iniciador del servicio de aguas filtradas en la ciudad en la Comisión administradora de dichas obras. Es electo gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1868, su gobierno fue ordenado. Sostiene algunos roces con el presidente Sarmiento, por la situación en que estaba el gobierno nacional en la ciudad de Buenos Aires, en calidad de huésped del gobierno provincial. Apoya la extensión de los ferrocarriles, y aprueba que el gobierno provincial se haga cargo de construir líneas no rentables para las empresas privadas. Es uno de los fundadores del Club del Progreso, cuya comisión directiva presidió en cinco períodos. Preside la Comisión provisoria del Banco Nacional; la asociación Bernardino Rivadavia; la Biblioteca Popular del Municipio; las comisiones oficiales encargadas de celebrar los centenarios de Rivadavia, Lavalle y San Martín. Se desempeña además, como presidente de la cárcel de Palermo y como presidente de la comisión administradora de la Lotería de Beneficencia de la Capital. Participa activamente en la revolución de 1880 como comandante en jefe de las fuerzas de infantería y artillería. En 1893 ocupa el cargo de Jefe de Estado Mayor de la División del Norte de la Capital. Fallece en Buenos Aires, el 22 de abril de 1899. “Adolfo Saldías lo califica de personaje separatista, de abolengo, de tradición federal. Era circunspecto, bien intencionado, y que bien carecía de esa ilustración llamativa pero inconsciente que propician las bibliotecas mal dirigidas, solía pulsar con claro y elevado criterio los cuantiosos intereses públicos que les estaban confiados y a los cuales imprimió grandes progresos”.