Francisco Marcelino Augier nace en la localidad de Piedras Blancas, Catamarca, en 1807. Hijo de Francisco Rafael Augier, adinerado francés, emigrado al Río de la Plata en busca de negocios, y de María Ignacia Correa de Soria y Medrano, mujer perteneciente una familia de la élite colonial. Por su pertenencia familiar, y como resultado de la estructura socio-económica de la provincia de Catamarca, donde tradicionalmente el poder político se articula con la propiedad de la tierra y de los emprendimientos comerciales, Marcelino Augier es un acaudalado propietario de estancias y minas y un reconocido personaje público. Junto con sus actividades económicas y por los lazos que de éstas se derivan, desde su juventud participa de actividades políticas, siendo un destacado miembro de la facción unitaria que, durante las décadas de 1830 y 1840, se opone al partido federal, comandado por Rosas. Hacia 1840 se crea la llamada coalición del norte, conformada por opositores a Rosas, que logran ocupar varias provincias y son una amenaza para el gobernador de Buenos Aires. Luego de una serie de movimientos y alguna batalla de mayor envergadura, esta coalición es derrotada y sus promotores deben emigrar del territorio de la confederación. El gobernador J. Segundo Cubas brinda apoyo a las fuerzas de Gregorio Aráoz de la Madrid, colocando a la provincia de Catamarca a favor de los unitarios. Marcelino Augier, cercano a Cubas, es designado Capitán Gral. Delegado de la Liga del Norte. Cubas se dirige a combatir a las fuerzas rosistas, mientras que Augier es designado gobernador delegado en 1840, muerto Cubas, Augier toma la gobernación en 1841. Las cosas no le resultan fácil al gobernador sustituto, ejecutado su predecesor, pronto debe enfrentarse a una columna rosista al mando del Coronel Mariano Maza, superadas ampliamente sus tropas, presenta batalla en el sitio de Amadores cercano a la capital. Derrotado, debe emigrar de la provincia con su familia, perdiendo gran parte de sus propiedades y bienes. Luego de un largo exilio en la República Oriental del Uruguay, donde se encuentran gran número de opositores a Rosas, regresa a su terruño. Reincorporado a la vida política, es electo diputado nacional, en 1863. Durante sus últimos años alterna la vida pública con el interés por los negocios personales. Se vincula, por lazos familiares, con las principales familias locales y con dirigentes de proyección nacional. En 1888 presenta un proyecto de ley, -no como diputado- junto a Antonio del Pino para canalizar el arroyo de Chumbita en la provincia de Catamarca. Marcelino Augier, muere el 9 de marzo de 1889.