Leandro Alem nace en Buenos Aires en 1842. Hijo de un pulpero de Balvanera, dirigente rosista, que una vez vencido en la Batalla de Caseros, es ahorcado. Este hecho marca profundamente al joven Leandro Alem. Su madre Tomasa Ponce trabaja duramente para mantener a la familia y logra que Leandro concluya los estudios primarios y secundarios e inicie su formación profesional en la Facultad de Derecho. En 1859 participa en la Batalla de Cepeda junto a las fuerzas federales de Urquiza contra la segregada provincia de Buenos Aires, y luego de la reunificación nacional se integra a las filas del Partido Autonomista del dirigente porteño Adolfo Alsina. En 1865, al iniciarse la Guerra del Paraguay, Alem se incorpora al Ejercito Nacional y marcha al frente de batalla resultando herido en Curupayti, el 22 de septiembre de 1866. Regresa a Buenos Aires y retoma sus estudios de abogacía recibiéndose en 1869. Comienza a ejercer su profesión junto a Aristóbulo del Valle con quien años más tarde fundara distintos partidos políticos de extracción popular. A principios de la década de 1870 continúa integrando las filas del autonomismo desde donde se opone a federalización de Buenos Aires. Desde ese espacio político es elegido diputado de la Legislatura bonaerense en 1872 y diputado nacional en 1874. En el Congreso Nacional se destaca por su oposición a la actitud poco enérgica del presidente Nicolás Avellaneda. Entre sus intervenciones en el poder legislativo se destaca por defender a los presos políticos y por su capacidad para interactuar con autoridades de todas las provincias del territorio nacional. Durante su periodo legislativo se distancia del Partido Autonomista por estar en desacuerdo con la alianza entre esta fuerza política y el Partido Nacional de Mitre, de donde surgirá el Partido Autonomista Nacional (PAN). Junto a Aristóbulo del Valle y otros dirigentes crea el Partido Republicano. Entre los principios que los guiaran estará presente la lucha por el sufragio universal, una férrea defensa de los intereses de los sectores medios de la sociedad y la denuncia del fraude electoral y de los hechos de corrupción más sobresalientes de las siguientes décadas. Hacia fines de 1870, y tras la muerte de Alsina, el PAN se vuelve a dividir y Alem se reincorpora ocupando nuevamente una banca de diputado provincial, en 1879. Pero renuncia rápidamente debido a su oposición a la política de Roca, electo presidente en 1880, quien decide la federalización de Buenos Aires. Decide por unos años estar alejado de la política, reapareciendo en 1888 por la crisis política que debe afrontar el presidente Juárez Celman. En 1889 se reúnen varios jóvenes opositores al gobierno del PAN. Es en un mitin realizado el 1° de septiembre, en el que Alem hace uso de la palabra y del que surge la Unión Cívica de la Juventud. Perfilado como uno de los conductores de esta fuerza que nace para oponerse al régimen roquista, Alem es uno de los principales instigadores de la vía revolucionaria, ya que considera que fraude sistemático que practica el gobierno no otorga las debidas posibilidades de alcanzar el poder por medio de elecciones. En los primeros meses de 1890 se produce una fusión entre los jóvenes de la Unión Cívica de la Juventud y algunos viejos dirigentes políticos desengañados o simplemente desplazados por la élite gobernante. Mitre forma parte de este grupo y es uno de los principales referentes de la nueva fuerza que se constituye, llamada simplemente Unión Cívica, presidida por Leandro Alem. El 26 julio de 1890 estalla la Revolución del Parque, con el apoyo de algunos regimientos y del general Campos, Alem conduce a un nutrido grupo de civiles que apoya el levantamiento militar. El objetivo de este golpe cívico-militar era derribar el gobierno de Juárez Celman e imponer al dirigente radical como presidente provisorio. Pero la inacción de Campos y la falta de coordinación impiden el triunfo del intento revolucionario. De todos modos, poco tiempo después, el presidente Juárez Celman renuncia asumiendo en su lugar Carlos Pellegrini, hombre bastante más predispuesto al diálogo y a llevar a cabo ciertas reformas para sostener el desprestigiado régimen político del PAN. Al año siguiente Alen gana una banca en la Cámara de Senadores. Pronto se desata una fuerte disputa entre los mitristas y el sector cercano a Alem, dando como resultado la división de la Unión Cívica. Alem crea la Unión Cívica Radical (UCR) y Mitre la Unión Cívica Nacional (UCN). El fraude en las elecciones de 1892, confirma la posición de Alem de continuar por la senda revolucionaria, como único camino posible para alcanzar el poder. Durante 1893 la UCR encabeza varios alzamientos que tras algunos éxitos iniciales en distintas provincias terminan siendo aplastados por fuerzas nacionales. Luego de estos fracasos el partido de Alem entra en un proceso de división interna. Hipólito Yrigoyen, sobrino de Alem y hombre más pragmático se distancia de su tío acompañado por un importante grupo, entre los que se encuentran la mayoría de los dirigentes radicales de la provincia de Buenos Aires. En las elecciones de 1894, a pesar de un nuevo fraude, los radicales logran algunas bancas en el Parlamento y Alem es nuevamente elegido diputado. Deprimido y descreído de un futuro ascenso político de su partido, se suicida el 1 de julio de 1896.