Nació en Tucumán, el 24 de junio de 1848. Realizó sus primeros estudios en el Colegio de San Miguel, en Tucumán, bajo el magisterio de don Amadeo Jacques. Desde muy joven, participó en política. Entre 1869 y 1871, fue empleado en la municipalidad de Tucumán. Fue redactor de los reglamentos de escuelas y defendió los derechos de la comuna. En 1874 es electo diputado nacional por Tucumán. Declinó postularse a su reelección, debido a la candidatura de su comprovinciano, don Juan Bautista Alberdi. Al producirse otra vacante, ambos se postularon y ganaron en las elecciones realizadas el 24 de febrero de 1878. Tuvo una lúcida participación durante los debates. La Cámara lo comisionó para que redactara un manifiesto, en el cual se explicarían los sucesos ocurridos durante la crisis del año 1880 y cuál había sido la actitud del gobierno nacional. Los Diputados presentes aprobaron dicho manifiesto, porque notaron la serenidad que contenían las palabras expresadas por Quinteros. Fue uno de los autores del proyecto de ley de organización municipal de Buenos Aires. La participación de Quinteros tuvo un reconocimiento veinticinco años más tarde, durante un discurso pronunciado por el Diputado Juan Antonio Argerich, quien debatía en el recinto sobre el mismo tema. Durante su gestión como gobernador de su provincia natal, realizó numerosas obras en sus ciudades y pueblos (escuelas, asilos, hospitales, comisarías, oficinas públicas y también un cementerio), construyó caminos y puentes, desarrolló las industrias (azucarera, algodonera, tabacalera, vitivinícola), introdujo mejoras en la educación y en la salud, y modernizó la administración pública con la creación de organismos. Falleció en Buenos Aires, el 25 de agosto de 1907. Se casó con doña Laurentina Sosa.