RESUMEN:
Leen una solicitud de licencia de Puch, la cual pasa a la comisión de Peticiones (no organizada aún).
El presidente propone continuar debatiendo el asunto sobre el diploma de Ávila.
Bazán hace moción para que el asunto pase nuevamente a la comisión correspondiente para que vuelva a dictaminar luego de la discusión de la sesión anterior.
Luque observa que el dictamen de la comisión no se rechazó aún y Colodrero lee el proyecto por el cual aprueban el diploma de Ávila.
Discuten el artículo 1° y Bazán reitera su posición con respecto a este asunto, y reitera los argumentos ya esgrimidos en la sesión del día anterior.
Araoz responde al diputado, con la intención de aclarar que la acreditación del diploma de Ávila responde a requisitos comprobables exigidos por la Constitución.
Cita algunos artículos de la Ley de Ciudadanía por la cual se fundamentaría el rechazo de la incorporación de Ávila como diputado.
Pero al no haber proceso ni sumario iniciado sobre estos asuntos aclara que su “condena” queda en el plano moral, ya que no cuenta con las pruebas para demostrar y calificar dichos actos cometidos.
Bazán responde que cumplir con los requisitos formales no conforma el mérito suficiente para admitir a Ávila en el seno de la Cámara.
Que según el Art. 41° de la Constitución la Cámara podía ejercer “el derecho de acusar a sus miembros por los delitos de traición, violación de la Constitución, a petición de parte de alguno de ellos”. Y solicita que la Cámara no se desentienda de este asunto y tome conocimiento de estos hechos. García considera inoportuna la propuesta de Bazán y agrega que la discusión debe reducirse a una cuestión de forma del diploma presentado. Araoz acuerda con García.
Finalmente Luque interviene argumentando que quienes deciden quién ocupa o no su lugar en la Cámara, son los electores y no sus miembros. Puede la Cámara expulsar a alguno de sus miembros, pero la acusación debe estar correctamente fundamentada.
Aprueban la incorporación del Diputado Ávila por amplia mayoría.